Reseña 8: El niño con el pijama de rayas - John Boyne

Título: El niño con el pijama de rayas
Título original: The Boy in the Striped Pyjamas 
Autor: John Boyne
Traducción: Gemma Rovira Ortega
Editorial: Salamandra
Páginas: 219
Sinopsis:  Estimado lector, estimada lectora:
Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de definir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata.
No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, que cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una.
Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad.
                                                                                                                        El editor.

Para empezar esta reseña, me encantaría citar la frase con la que ha comenzado la adaptación cinematográfica de este libro:

"La niñez se mide atraves de sonidos, olores y observaciones, antes de que aparezca la hora oscura de la razón"

                                                                                                             John Betjeman

Esta historia se centra en Bruno, un niño de nueve años que vive con sus padres y su hermana Gretel. Viven en Berlin, en una bonita casa de 5 pisos, donde a nuestro protagonista le encanta explorar. También vive con ellos, la criada de la familia: María.

Bruno va a la escuela y tiene 3 mejores amigos para toda la vida, como a él le gustaba decir: Karl, Daniel y Martín. 

Al comienzo de esta historia, Bruno llega un día de la escuela y encuentra a la criada en su habitación, colocando sus cosas en cajas y revisando su armario donde había cosas que eran suyas y de nadie más.
El niño no entiende que esta sucediendo hasta que Madre, le explica que por el momento deben abandonar su casa, ya que Padre ha ascendido en su trabajo y es requerido en otro lugar, y ellos como su familia deben acompañarlo.

Desde que llegan a la casa podemos encontrar dos puntos de vista diferente:

• Desde la ventana de Gretel: se puede observar el camino, la entrada hacia la casa y a lo lejos un bosque oscuro
• Desde la ventana de Bruno: se puede observar un jardín debajo de ella, lleno de flores. También en el jardín se encuentra un adoquinado con un banco de madera con una placa incrustada en el. Este asiento esta orientado hacia la casa, lo que resultó extraño en los niños.  Unos metros más allá del jardín la cosa cambiaba, en paralelo a la casa, se podía observar una alambrada muy alta, sostenida por grandes postes de madera. En la parte superior había alambres de púa. Detrás de ella no existía vegetación , solo se veían pequeñas cabañas.

"Un hogar es donde está tu familia, Bruno"

Creo que a partir de la charla que tiene con Bruno con Padre, la historia comienza a tener un ritmo impresionante. Debo decir, que aunque deduje muchas cosas antes de tiempo, es muy fácil que te atrape el personaje de Bruno y que sientas la misma curiosidad que él, con todo su alrededor.

"Esas personas... bueno, es que no son personas"

Después de varias semanas, el niño sigue sin adaptarse a su nuevo "hogar", y con la idea de que es un error que estén allí.

En cierta parte de la historia, Bruno decide construir un columpio, para cambiar sus actividades, ya que la mayoría del tiempo pasaba aburrido. Lo construye pero tiene un accidente y es Pavel quien lo cura. A todo esto, el niño tiene una conversación con el anciano y se entera que era médico, pero que tuvo que dejar ese trabajo para ir a Auchviz.

Madre aparece cuando el anciano ya le ha curado la herida y pide a Bruno que suba a su habitación, el niño obedece y escucha que madre le dice: "si el comandante preguntaba, ella había curado la herida".

En la inocencia de un niño de nueve años, a Bruno le parece que su madre ha tenido un gesto muy egoísta. 

Este libro se divide en 20 capítulos, y es en el capítulo 10 que acompañamos a Bruno en su primer escape de la casa. El niño recorre el lugar y empieza a explorar al lado de la alambrada y entonces empieza a ver un punto que se convierte en una manchita que se convierte en un borrón que se convierte en una figura que se convierte en un niño.

Es aquí donde conocemos a Shmuel, un niño que vive del otro lado de la alambrada. Bruno feliz de encontrar a alguien se acerca, comienzan a charlar y descubren que tienen una cosa en común, ambos tienen la misma edad, pues nacieron el 15 de abril de 1934. 

En este primer encuentro que tienen los niños, debo reconocer que me angustió mucho la parte en la que Shmuel le pregunta si no tiene algo de comida. Podemos darnos cuenta de la situación en la que esta viviendo este pequeñito.

Más adelante en la historia, encontramos distintos encuentros de Bruno con Shmuel, y uno de ellos ocurre en su casa. Shmuel ha sido llamado para limpiar unos pequeños vasos. En ese encuentro llega el teniente Kotler (a quien Shmuel tiene miedo y a Bruno no le agrada), y Bruno niega conocer el otro niño. Es una situación que me generó tristeza porque podemos ver que después de esa negación, el pequeño se arrepiente y se desespera por pedirle perdón a su amigo.

Cerca del final, una charla con su hermana Gretel, nos da a entender que es lo que pasa con las personas que viven del otro lado de la alambrada, como Shmuel, y como los ven a ellos los alemanes:

"Quiero saber qué es esa alambrada - dijo Bruno... Quiero saber por qué está ahí"
"...No entiendo por qué no nos dejan ir a otro lado. ¿Qué nos pasa para que no podamos ir allí a jugar?"
"Bruno, la alambrada no está ahí para impedir que nosotros vayamos al otro lado. Está para impedir que ellos vengan aquí."
"Pero ¿por qué? - preguntó"
"Porque hay que mantenerlos juntos - dijo Gretel" "...Bueno, sí, con sus familias. Pero también con los de su clase" "Con los otros judíos, Bruno. ¿No lo sabías? Por eso hay que mantenerlos juntos. No pueden mezclarse con nosotros."

Una repentina decisión de Padre, hace que Madre, Bruno y Gretel se regresen a Berlín. Lo que hace que el niño se ponga triste, y decide contarle a su amigo. Shmuel también tiene una mala noticia, su padre ha desaparecido. A raíz de esto planean la aventura final, en la que incluye el pasaje de Bruno hacia el otro lado.

Creo que el final es conocido, esta es una novela que me ha "pegado" muy fuerte. Tiene diferentes momentos por los que me hace volver a la niñez, y por los que me hace pasar por un millón de sensaciones. El escritor realmente sabe como conmover. 
La historia me resultó preciosa a pesar de su final. La amistad que tienen estos pequeños es realmente hermosa, y nos demuestra que a pesar de todo se puede encontrar amigos. 
Es un libro que recomiendo que lea todo el mundo, porque nos cuenta parte de la historia a través de la mirada de dos niños de 9 años, y también para que no vuelva a suceder algo así, como dice la sinopsis.